HISTORIA DEL DEPARTAMENTO DEL HUILA
Informacion General
- Apelativo: Tierra de promisión
- Gentilicio: Huilense – Opita
- Fundación: 15 de junio de 1905
- Altitud: Media: 828 M.S.N.M; Máxima: 5364M.S.N.M (Nevado del Huila)
- Extensión: 19890 km2
- Población: 1149598 habitantes (2023)
- Numero de Municipios: 37
- Limites: Norte: Departamento del Tolima, Sur: cauca; Oriente: Meta, Caqueta y Cundinamarca; Occidente: Cauca y Tolima
¿Que Significa La Palabra Huila?
Huila proviene de un término indígena y significa «Anaranjado». También se le atribuye al idioma Páez, con el significado de «Montaña Luminosa». El departamento adquiere su nombre de la montaña más alta de los Andes colombianos, el Nevado del Huila, que desde el occidente domina majestuosamente todo el territorio.
Reseña Historica
El departamento de Huila fue establecido a través de la Ley 46 de 1905.
La historia del departamento de Huila se basa en el legado de la cultura Agustiniana, que se desarrolló entre los años 1000 AC y 1650 DC. La relevancia de esta cultura ha sido reconocida por la UNESCO, que en 1995 otorgó a los parques arqueológicos de San Agustín, Alto de Los Ídolos y Alto de Las Piedras la distinción de Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Cuando los colonizadores españoles arribaron en 1538, el área que actualmente comprende el departamento estaba habitada por diversas comunidades indígenas. Estas comunidades se opusieron con valentía y determinación a los invasores. En el norte vivían los pijaos, en el sur los andaquíes y yalcones, en el occidente los paeces y en el oriente los tamas.
La primera expedición que consiguió cruzar la cordillera y llegar al valle fue liderada por Sebastián de Belalcázar que en 1538 designo a Pedro de Añazco conquistador español para que fundara una villa en timana con el objetivo de agilizar la comunicación entre Popayán y el río Magdalena, se emprendió una labor que involucraba el contacto, sometimiento y enfrentamiento con los habitantes nativos de la región.
Resistencia a la Conquista «la Cacica Gaitana»
Añazco comenzó a convocar a los líderes indígenas de la zona para exigirles tributos, encomiendas y otras responsabilidades.
En aquel momento, una mujer era una de las caciques, conocida por los colonizadores como «La Gaitana«. Cuando Añazco llegó, se negó a hablar con ella debido a su condición de mujer y llamó a Timanco, un cacique que le seguía en el poder. Este hombre era uno de sus jóvenes hijos. Por miedo y por orgullo hacia su madre, él se negó a acudir a la convocatoria de todos los caciques. Durante la noche después de esa reunión, Añazco ordeno buscar a este joven. En presencia de ella, su esposa y sus hijos, es asesinado quemándolo vivo como forma de escarmiento para todos los demás, con el objetivo de someter a todos los pueblos originarios de la zona.
La ejecución en lugar de someter a los indígenas provocó una revuelta general en todo el territorio. La Gaitana logró reunir a más de seis mil indígenas, quienes atacaron a Pedro Añazco al amanecer. Añazco, acompañado tranquilo de 20 hombres, estaba explorando los alrededores; 16 murieron, 3 huyeron hasta Timaná con la noticia del desastre, y Añazco cayó vivo en manos de sus enemigos. Entregado a la Gaitana, ella le hizo sacar los ojos con la punta de una flecha y lo exhibió con una cuerda alrededor del cuello de pueblo en pueblo, hasta que murió lentamente.
Luego de vengar la muerte de su hijo y derrotar a Pedro de Añazco la cacica siguió con su lucha convocando a todos los líderes indígenas, especialmente a Pigoanza, el líder principal de los Yalcones, a que hagan un último esfuerzo para exterminar a sus opresores. De hecho, lograron interceptar toda comunicación con Popayán y sorprendieron y mataron a un grupo de veinte españoles que se dirigían con ganado a Timaná. Sin embargo, a pesar de los repetidos y poderosos ataques, no pudieron derrotar a los ochenta españoles que formaban esa pequeña colonia.
Mientras tanto, en Popayán se había recibido la noticia de la revuelta de los paeces. Juan de Ampudia, quien estaba a cargo de esa colonia, decidió tomar medidas para castigar las insolencias de los indígenas. Reunió alrededor de cien hombres que estaban dispuestos a participar en la expedición, reclutándolos tanto en Cali como en Popayán. Sin embargo, las cosas no salieron como esperaba. Los indígenas mostraron una valiente resistencia aprovechando el terreno accidentado de su tierra. Ampudia murió en el último combate, apuñalado en el cuello, y su segundo, Francisco Tovar, se vio obligado a retirarse a Popayán desilusionado. Así terminaron los capitanes Ampudia y Añazco, compañeros de Belalcázar, pagando con un trágico final las numerosas crueldades que habían cometido en la última expedición de Belalcázar al Cauca. Los esfuerzos de la Gaitana no fueron en vano, ya que logró reunir una confederación de más de diez mil guerreros indígenas de la región para hacer un último intento de expulsar a los españoles de Timaná.
Su estrategia fue arruinada debido a la traición del líder indígena Matambo, quien informó a los españoles sobre los planes de su comunidad. Matambo describió cómo los hombres cruzarían el río Magdalena a pie y las mujeres lo harían en canoas, llevando consigo todos los elementos necesarios para celebrar la supuesta victoria que creían asegurada.
Preparados, entonces, los conquistadores fortalecidos, esperaron el ataque que ocurrió al amanecer. En esta ocasión venían armados con todo tipo de objetos metálicos cortopunzantes que habían podido obtener de los españoles: clavos, tijeras, puntas de lanza y hasta las empuñaduras afiladas de las espadas se utilizaban como armas para igualarse con sus opresores.
Los escuadrones de los indios estaban tan disciplinados que, apenas moría un hombre, era reemplazado de inmediato por otro; de tal manera que los jinetes no podían penetrar y si no fuera por algunos proyectiles encendidos que abrieron camino a Juan del Río y a los demás jinetes, el éxito de los españoles habría sido incierto. Sin embargo, una vez que comenzó la matanza en el interior de los escuadrones, los indios dejaron de resistir con fuerza y fueron arrasados y derrotados, quedando el campo cubierto de miles de cadáveres. La derrota no aplacó el espíritu de lucha y el deseo de libertad. Se sumaron a La Gaitana otras tribus como los pijaos, panaes o pamaos. A pesar de no haber descubierto al traidor en la batalla anterior, este continuó su labor de delatar. En un nuevo intento por sorprender a las tropas españolas, nuevamente fueron esperados, lo que frustró la victoria.
Los indígenas se alejaron de las cercanías de Timaná hacia lugares apartados y fortificados. Tobar, al salir a buscarlos pensando que estaban definitivamente debilitados, fue derrotado. Debido a esto, los indios ya no se atrevían a atacar a los españoles en terreno llano, ni los españoles a los indígenas en sus montañas. De hecho, hubo una tregua que duró algún tiempo.
La calma no duraría mucho tiempo. Los españoles regresaron con refuerzos que dejaron a los indígenas en una situación de gran desventaja, hasta el punto de su extinción.
Al Final «La cacica Gaitana»» al verse perseguida por los españoles se dirigió al salto de borbones, en el paso de pericongo y se lanzó al abismo con varios de sus jinetes.
Creacion del Departamento
El territorio formó parte de la provincia de Popayán hasta 1610, momento en que se estableció la provincia de Neiva. Después de la independencia, fue parte del departamento de Cundinamarca hasta 1861, cuando pasó a estar bajo la jurisdicción del Tolima.
La fundación del departamento del Huila se remonta al año 1905, cuando el Ministro de Gobierno, el doctor Bonifacio Vélez, propuso a la Asamblea Nacional Constituyente y Legislativa la creación de tres departamentos. En uno de los artículos, se dispuso la creación del Departamento de Neiva, con su capital en la ciudad del mismo nombre, conformado por las provincias de Neiva y el Sur.
Al celebrarse el tercer debate, el 27 de abril del mismo año, el Doctor J. M. Quijano Wallys propuso que se llamara «Huila» en lugar de «Neiva» al nuevo departamento, que fue creado por la Ley 46, expedida el 28 y sancionada el 29 de abril de 1905. Iniciando su vida administrativa el 15 de junio, bajo el mandato de su primer Gobernador, el Doctor Rafael Puyo Perdomo.
Bandera Del Departamento del Huila
Por medio del Decreto 333 de 1952 se estableció la bandera del Huila, la cual está conformada por tres franjas individuales de igual tamaño: la superior es blanca, la central es verde y la inferior es amarilla. El color blanco simboliza las cumbres nevadas del Huila y la honestidad de sus habitantes. El color verde representa la exuberancia de la tierra y la esperanza de un futuro mejor. El color amarillo significa el despertar de la espiga, fruto del esfuerzo y el trabajo.
Escudo del departamento del Huila
El Escudo del departamento del Huila fue creado a través del Decreto No. 080 y su descripción fue definida por el Decreto No. 468 de 1957.
Borde de Oro: Representa la nobleza, la magnanimidad, la riqueza, el poder, la luz, la constancia y la sabiduría.
Estrella: Imagen de felicidad, grandeza, verdad, luz, majestuosidad y paz.
Gules: Simboliza la sangre derramada por los hijos del Huila en defensa de la patria y también denota fortaleza, victoria y grandeza en términos heráldicos.
Nevado del Huila: Una de las cumbres más altas de los Andes, con cuatro picos o cimas, que le da nombre a la región.
Sol de Oro: Disco rodeado por 16 rayos, mitad rectos y mitad ondulados colocados alternadamente.
Plata: Símbolo de pureza, integridad, obediencia, firmeza, vigilancia y elocuencia.
Sol: Representa la verdad, la unidad, la claridad, la gracia, la majestuosidad, la abundancia y la riqueza.
Río Magdalena: Divide el departamento del Huila en dos partes iguales.
Timbre: Simboliza la nobleza de la sangre de los hijos del Huila.
Lambrequines: Hojas de acanto adornadas con gules de oro.